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martes, 3 de julio de 2012

Tu realidad es Tuya...


... si no te gusta modificala.

Si tomamos solo el concepto: “tu realidad es tuya”. Parece simple, verdad? y en realidad lo es!!! Ni tus jefes, ni tus padres, ni tu pareja, ni tus amigos pueden decidir por vos. Tu realidad es producto de una sucesión de decisiones, acertadas y/o erradas, que VOS mismo tomaste. Voy a ir un poco mas lejos: “Tu realidad es tuya, si no te gusta modificala”. Así como tomaste decisiones erradas, adquiriste la experiencia para volver a intentarlo y, esta vez, tomar las correctas.
Podrás decirme: Pero... Necesito ayuda!!!... Y es totalmente válido, pero al exteriorizarlo ya la estas pidiendo. Al pedir ayuda, demostrás que querés un cambio. Vos DECIDISTE pedir ayuda para mejorar tu situación, por lo que DECIDISTE cambiar tu realidad! Y quiero dejar en claro que esto se aplica para cualquier aspecto de la vida: financiero, laboral, educativo, amoroso. Podemos pedir apoyo para estudiar, una oreja amiga o un buen concejo en cuestiones de amor, un trabajo, dinero prestado para salir de un apuro…
Y para terminar la idea, voy a ampliar un poco más el concepto:
“Tu realidad es tuya, si no te gusta modificala… y se feliz haciendolo!!!”
Si! Cualquier persona, por mal que esté puede cambiar su realidad. Necesita solamente el deseo de mejorar, la convicción de querer SER DIFERENTE y la constancia para lograrlo.
El deseo de mejorar, automáticamente te otorga las herramientas para comenzar el viaje.

Es totalmente válido avisarte que por pequeño que sea el cambio, por mínima que sea la evolución hacia la dirección que elegiste para tu vida, te llenará de satisfacción saber que esa mejora se produjo porque VOS decidiste que se produzca. Tomaste las riendas de tu vida! Como no ser feliz?!. Esa felicidad tiene que estar sustentada en la herramienta más importante, a mi parecer, a la hora de modificar tu realidad: La constancia.
La constancia nos lleva a mantenernos en el camino que nos conducirá a crecer como individuos, a no bajar los brazos, a mantener claros en nuestra mente los objetivos por los que nos esforzamos y, finalmente, nos lleva a cumplirlos.
Pero la constancia hay que desarrollarla, hay que trabajarla e incorporarla en nuestras vidas como una disciplina.
Si dijera, en un auditorio: “Quien quiere ser feliz?” seguramente todos levantarían la mano. Pero si la pregunta fuera: “quien está dispuesto a pagar el precio para ser feliz?” El número de manos en alza, con seguridad, disminuiría notablemente. Es que no alcanza solo con desear, hay que tener convicción de querer lograr y la constancia para llegar a lograr.

Para no extenderme demasiado quiero decirte que el primer paso para modificar tu realidad es ser autocrítico y sincero con vos mismo. Debemos aceptar que NUESTRA REALIDAD ES PRODUCTO DE NUESTRAS DECISIONES. Luego, todo lo que tenemos que hacer es sentarnos a replantear esas decisiones, descartar las erradas y tomar decisiones nuevas.

El camino puede ser largo o no, puede ser difícil o no. Pero cada grano de arena aporta al cambio. Si te sentás a analizar tu día y notás una mejora, por mínima que sea, ponete feliz! Vas por buen camino.

“Lo importante no es llegar primero, importa saber llegar”

Exito con eso!

Martín León

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